El único sobreviviente de un naufragio encontró refugio en una
pequeña e inhabitada isla y cada día oraba fervientemente pidiendo a Dios
que lo rescatara. Así, diariamente revisaba el horizonte buscando ayuda,
pero ésta nunca llegaba.
Cansado de esperar, se dedicó a construir
una pequeña cabaña para protegerse a sí mismo y sus pocas posesiones. Pero
un día, después de andar buscando comida, regresó y encontró la pequeña
choza en llamas, el humo subía hacia el cielo... Lo peor que había pasado,
es que todo lo que tenía se había consumido entre las llamas. El,
confundido y enojado con Dios, en medio de lagrimas le decía "¿Cómo
pudiste hacerme esto? ¿Por qué permites esta desgracia?". Y se quedó
dormido sobre la arena.
Al siguiente día, muy temprano, escuchó
asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla... Finalmente
venían a rescatarlo. Cuando tuvo frente a sí a los marineros, les
preguntó: "¿Cómo sabían que yo estaba aquí?". Y sus rescatadores
contestaron: "Vimos las señales de humo que nos hiciste..."
Es
fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos perder la paz en
el corazón, porque Dios está preparando algo bueno para nuestras vidas,
aún en medio de lo que reconocemos como penas y sufrimiento.
Recuerda, la
próxima vez que tu pequeña choza se queme.... puede ser simplemente una
señal de humo que surge de la GRACIA de DIOS.
Por todas las cosas
negativas que nos pasan, debemos decirnos a nosotros mismos: DIOS TIENE
UNA RESPUESTA POSITIVA A ESTO.
...
